CUARENTENA E INEPTITUD

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CUARENTENA E INEPTITUD

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Traiguén entra en “fase”, “retrocede”, en “casi cuarentena”, en “transición” …etc. Terminología coloquial de ineptos y burdos payasos que juegan con la salud de nuestra comunidad, pero es un vocabulario que les da la exclusividad y ya tienen decenas de seguidores que se han hecho verdaderos expertos en tan explicito léxico. Algo así como el Coa que usa el hampa o el Gerigoncio que usaron ciertas masas.

En nuestra ciudad se lavaban las calles cuando no había ningún contagio, hoy que si los hay no se hace. EXTRAÑO. Se entrega propaganda en los apetitosos medios de comunicación que son capaces de proclamar la peor basura si el mandante paga, sin escrúpulos. Se crean necesidades que jamás han existido en nuestra comuna, “los feriantes necesitan vender”… es una mentira atroz, producto de la ineptitud de la administración local. Se entregaron miles de cajas “solidarias” a quienes jamás las necesitaron, “empatizando” así con aquellos que estaban en las listas municipales. Se llama reiteradamente a mantenerse en las casas y cumplir con decenas de medidas preventivas. Sin embargo, las ferias comerciales y los locales comerciales se encuentran atiborrados de público en sus respectivos accesos, porque el dinero sobra, incluyendo los expendidos de bebidas alcohólicas. Como si todo esto fuera poco, el comercio ambulante causa sendos atochamientos en las aceras. Todo ello con el PERMISO MUNICIPAL respectivo. Luego la máxima autoridad, increíblemente, culpa a la ciudadanía del aumento de contagios en la comuna. (…?), pareciera un chiste de muy mal gusto, pero son las declaraciones de la máxima autoridad comunal.

Finalmente recordemos que el tradicional primero de noviembre se suspendió los accesos al cementerio por orden del alcalde Bravo de la comuna de Pitrufquén, según declaración pública del propio alcalde de nuestra ciudad a través de medios de comunicación masivos,… un Señor que es presidente de una agrupación que suena como “amra”. ¿Acaso nosotros no elegimos nuestro alcalde por voto directo y para asumir responsabilidades administrativas locales?… al parecer nuestro alcalde ya no solo espera las ordenes de algún parlamentario, sino también es orientado por sus símiles de otras comunas. Nada bueno para nuestra comuna o como dice un concejal: “aquí falta ponerse los pantalones” y el llamado es claro.

El día viernes previo al fin de semana en “cuarentena”, que no lo es, y unidos como máximas autoridades frente a la pandemia, el Alcalde Ricardo Sanhueza conjuntamente con el director del hospital local Gonzalo Zuñiga, llamaban a la comunidad a no acercarse a la urgencia del hospital “solo para hacerse ver por un médico”, que solo debían ir por atención muy urgente; es decir hay que estudiar medicina para evaluarse inequívocamente (?), que debían usarse “yerbitas caseras para la guatita” y la fiebre debía controlarse con paracetamol. Con un micrófono comunicando y con la complicidad absoluta de sus interlocutores lamentablemente

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no hay quien eduque al dúo de la mediocridad: El estado febril no es una enfermedad a tratar, es un síntoma que aparece debido a probables causas y que estas deben ser identificadas profesionalmente por un facultativo, para su tratamiento adecuado, pues su no atención adecuada puede incluso llevar a un desenlace fatal. Por eso NO debe prestarse oídos a las mentiras de las autoridades y SI debe concurrirse a un centro asistencial por una atención profesional. La entrevista fue realizada en directo y grabada en Radio Magistral el dia viernes y reiterada al aire el día sábado.

Hoy nos encontramos en cuarentena, no a causa de la culpa del ciudadano común, como nos lo quiere hace creer a cada instante la administración municipal a través de sus medios de comunicación, sino dada la INEPTITUD, la falta de coherencia en la administración local. No se puede escribir con la mano y borrar con el codo cuando se advierte y se amenaza a la comunidad con el terrorífico efecto de la pandemia para luego permitir, so pretexto de determinados beneficios económicos para un determinado sector, aquí no hay límites de subsistencias, solo una pésima e irresponsable, administración. No se puede seguir otorgando beneficios a quienes jamás han sido afectados por la pandemia y luego hacer trabajar a quienes necesitan “vender” porque de esta manera se está fomentando las posibilidades del aumento de la terrorífica contaminación. ¡Ah!… pero es que “el municipio no tiene plata” …MENTIRA!, solo es ineptitud y de eso se ve mucho.

La actual situación sanitaria no es por irresponsabilidad de la comunidad, por ende, no es aceptable que la máxima autoridad de nuestra comuna, blindado por sus ineptos serviles culpe a los “porfiados” de siempre, según esgrimen públicamente a través de los medios de comunicación. Aquí existe una responsabilidad administrativa que juega con el terror que siembra en la sociedad. Mientras no exista una solución global a la problemática sanitaria, se debe restringir al máximo la exposición, lo demás es populismo barato para luego culpar a la propia población, eso es una burda política que habla muy mal de la capacidad administrativa, si la hubiere, cuestión que hoy ponen en duda los propios integrantes del concejo municipal.

Traiguén se encuentra hoy extrañamente sitiado y bajo terminologías también extrañas, pero todo mundo puede conseguir un permiso para eludir este sitio, pasear mascotas, para ir de compras, para salir a pasear los adultos mayores, para sacar a pasear a los niños, para ir a trabajar, por enfermedades mentales, para ir a la farmacia, al hospital, a funciones críticas, etc…Todo puede verificarlo a través de «la comisaria virtual», ¿de que nos sirve una supuesta cuarentena, entonces?…¿o es que el virus no ataca si Usted ha visitado la comisaria virtual?…

Esto suena a una especie de registro obligado a cada plebeyo en “listas especiales” y los pistoleros del estado vigilan a los siervos del rey esgrimiendo sendas armas… porque así el virus se asusta y se transforma en “buena persona” y el plebeyo, le teme al látigo y la espada. Pero no todos los plebeyos son conscientes de su calidad y eso nos lo ha demostrado la historia de la humanidad.

Las autoridades deben respetarse de acuerdo a sus méritos, no son dioses ni deidades intocables, son ciudadanos elegidos para cumplir un rol político administrativo. No existe vocabulario para exigir respeto, cuando el actuar no lo amerita. El respeto se gana por mérito y no por caridad, ignorancia, irresponsabilidad o prepotencia.

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