¿Apruebo o Rechazo?… ¿Convención Mixta o Constitucional?…

Son las opciones que presenta el ámbito político en el próximo llamado a votación ante la desesperación de un nefasto gobierno, por legar “algo” decente.

La verdad es que para justificar la opción, muchos hacen presentación de argumentos verdaderamente ridículos y vergonzosos: “saldrá muy caro”, “hay que esperar por lo menos dos años más”, “mucho gasto y espera para nuestro país”, “las reformas debemos hacerlas ahora con la constitución vigente”. Son los argumentos más recurrentes y vergonzosos por parte de algunos partidistas y temerosos de perder sus cunas de poderes políticos y económicos.

Debemos destacar y recalcar que la actual constitución fue hecha y dictada por un gobierno de facto y sin la más mínima garantía. Aprobada por una sociedad a punta de fusil. La redactó y creó un CRIMINAL a través de sus esbirros, simples servidores o esclavos. Esa, respetados lectores, es la verdad y la realidad, independiente de las razones o motivos que hubieren puesto o impuesto el golpe militar de 1973, porque entonces si existía una constitución vigente y democrática.

A través del tiempo la dictadura militar enajenó al estado chileno a punta de fusil y luego legalizó sus actos criminales, a través de la creación de esta nueva carta que «democráticamente aprobó” la sociedad chilena.

A partir de entonces nuestro país ha sido gobernado bajo este “manifiesto” al cual la sociedad se ha acostumbrado a llamar constitución. Es la historia y lo reiteramos, no tienen que ver las distintas visiones o los argumentos del golpe militar, la institucionalidad chilena fue violada y luego legitimada a través de una nueva institucionalidad a medida de sus victimarios. ¿Cómo la sociedad chilena ha aceptado que un criminal, un gobierno de facto, nos diga que es o no legalidad o institucional?… es una pregunta que debiera contestar cada uno de los chilenos. Y recordemos que el 11 de septiembre de 1973 había una constitución que databa del 18 de septiembre de 1925… ¿requería modificaciones?, o… ¿necesitábamos una “nueva”, hecha por un criminal, asesino y traidor?.

Actualmente tenemos la posibilidad de crear nuestra constitución a costa del dinero que sea y jamás se demorará 40 años, los que ya somos regidos por un manifiesto mezquino y déspota al que el parlamento abraza amigablemente y llama constitución. ¿Qué solo requiere cambios?… ahora se dan cuenta que si pueden cambiarla y que si se puede modificar?… después de 40 años. Bajo la actual constitución se financia subsidiariamente a través del DL 701, en un 75°/° a las grandes empresas forestales. Se vende el agua, bien natural del ser humano, al mejor postor. La buena educación es un privilegio de quienes pueden pagarla. La ley la compra el más pudiente o los tribunales simplemente la duermen. Los bienes ya no son básicos, sino se han transformado en una sociedad enferma, en un consumo estricto, absoluto y necesario, porque nos lo dicen los medios de comunicación. Las autoridades se esmeran en comprar y pagar, otorgar y regalar dineros de los grandes empresarios, esa es la ya tradicional forma de gobernar… si hay dudas, consultarlo localmente es lo mejor, los méritos son “entre más dinero inviertas o des: mejor administrador eres”. Las problemáticas básicas de salud y educación han desaparecido. Se crean fuentes de agua para comunidades o sectores rurales que no la poseen, es verdad, pero no la poseen debido a que los grandes monocultivos han absorbido las existentes y gratuitas aguas que antes si existían. Hoy los servidores de las forestales, gobernadores, administradores, alcaldes, abastecen de agua a los campesinos en vez de restituirles lo que por derecho natural les es propio.

Necesitamos crear una constitución para nuestro país, no una NUEVA, sino crear una constitución realmente democrática que busque y persiga el bien común en nuestro país. No queremos modificar un manifiesto legado por una dictadura en donde su primordial objetivo es cuidar los intereses de un grupo de zánganos alojados en el parlamento o de aquellos que se creen dueños de la vida por el hecho de ser la casta económica y política acomodada en nuestro país. Estos son argumentos sólidos y válidos para crear una constitución.

Hoy a cuarenta y seis años de la derogación de nuestra constitución está demostrado que la posibilidad de dotarnos de una nueva Constitución se hace imposible sin desahuciar la Carta Básica vigente. Por más que se le hayan hecho al texto de la dictadura sucesivas reformas, la verdad es que se continúa asociando a ésta con el legado del crimen, la traición y el orden institucional que ha consagrado profundas desigualdades en la sociedad chilena, una enorme concentración de la riqueza y la restricción de varios derechos humanos esenciales. Definitivamente, el texto heredado de 1980 no puede ser la base sobre la que se discuta un orden más democrático y justo.

Los argumentos esgrimidos en este artículo no son antojadizos o partidistas, ni obedecen a la orden de ningún déspota parlamentario pues www.traiguennoticias.cl se caracteriza precisamente por su independencia y objetividad. El análisis obedece a la historia y la realidad de nuestro país argumentados en textos públicos que, si bien son escasos, existen. Un análisis históricamente impresionante puede encontrarse en el siguiente link https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-50492018000100141 y corresponde a una publicación de Jorge Olguin OLate Doctor en Historia, Universidad de Chile. Magíster y Licenciado en Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile. Académico Jornada de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central de Chile. Chile. Ahora si Usted, estimado lector, tiene un curriculum que supere al del Doctor  Jorge Olguin Olate… esgrima sus argumentos.

Lamentablemente los medios de comunicación no dan ni permiten los espacios necesarios a hombres capacitados para exponernos los argumentos necesarios y claros respecto de la necesidad de crear esta constitución, si hay espacios para hombre “públicos”, quienes esgrimen vergonzosos argumento y mentiras como su más intrínseco requisito para ser públicos o políticos. Los medios se venden a quienes paguen, so pretexto de subsistir, otrora “comunicadores sociales”. Otras autoridades se ocultan para no dar la cara, pues como dijo un concejal de nuestra ciudad “se le caen los pantalones”.

Nuestra ciudad tiene grandes seres humanos de muy altas capacidades sociales y políticas. Sin embrago son ignorados por nuestra sociedad y acallados por los partidistas de siempre, aquellos que obedecen a sus amos cual perro de escuela (sin ánimo de ofender a los perros).

Hoy tenemos la posibilidad de iniciar una nueva institucionalidad en nuestro país, pero no nos olvidemos que cada cambio requiere costos y dichos costos tienen un precio plausible a cada uno de nosotros.

Algunas preguntas para meditar:

.- ¿Qué cree Usted que harán las grandes empresas forestales cuando se les quite ese subsidio del DL 701?

.- ¿Cuál será la reacción de privados de las altas alcurnias si su sistema de educación se iguala  al sistema educacional nacional y público?

.- ¿Los grandes monocultivos perderán su exclusiva propiedad del agua sin reaccionar por sus intereses?

.- ¿A qué se dedicaran los zánganos cuando sean cuestionados y que hoy son mantenidos por el estado en el congreso?

.- ¿Permitiremos que sean los mismos partidos políticos que hoy  rigen el país, quienes se auto asignen como representantes en la convención constituyente para crear la constitución?… y si así fuere ¿de qué nos serviría crear una constitución?

Muchos poderosos, capaces de quitarnos el pan de la boca serán tocados… y eso tendrá consecuencias, no atribuibles a un error, sino a la verdad y a la dignidad humana.

… son preguntas válidas y contingentes, habrá que pagar costos y evaluar, por ende, hoy, si estamos o no dispuestos a vivir con dignidad o sometidos como verdaderos irracionales.

Yo apruebo a través de una Convención Constituyente, …pareciera ser lo más humano y digno. Pero luego debemos ganarnos el respeto con actitud, no solicitándolo a los mismos de siempre. La historia nos demuestra que los cambios sociales son caros, pero también nos ha mostrado que la dignidad y el respeto se ganan.